—Mientras más lo repita, te lo creerás tanto que se hará realidad. —Frunce sus labios.—Sabes que mi cabeza funciona al revés. —Suspira y eso le preocupa a Dione.Sin embargo, el camino a casa fue silencioso, llegaron a casa, se cambiaron colocándose su pijama, se dieron uno que otros besos que para Dione no eran los mismos besos que estaba acostumbrada a recibir de Arden, algo había cambiado, como si una llama se apagó y no es porque no sienta nada por Dione, es porque se sentía mal por lo que pasó.—Te viste y te sigues viendo hermosa, eres una mujer increíble nena. Arden besa su frente y cierra sus ojos al dormir, ambos se acuestan de lado para verse las caras, aunque había algo de espacio entre ellos, sabía que algo le pasaba, pero ella lo respetaría.***—Oye Arden, que mal que no asististe a la fiesta, eso estuvo increíble, pero hubiese estado mejor ver cómo los melones de tu chica se movieran al bailar con ese vestido que traía anoche —dice Simó
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