Por GonzaloPensé en esperar que Ruth llegue a la puerta de la calle para ir a pedirle perdón, nuevamente, a Abigail y me sentí un cobarde, por no haber ido antes.Al pensar eso, creo que ni siquiera esperé a que mi novia llegara a la puerta de la calle, salí detrás de Ruth.Debe haber pensado que iba detrás de ella, pero giré hacía el sector, que hasta hace poco, no conocía.Me encontré con Teresa.-¿Abigail está disponible?...Ruth…Teresa, sin reprocharme nada, sonrió amablemente.-Ya la llamo, está en su habitación.-Permítame ir.Le dije, solo por ser formal, en realidad no esperé su respuesta, me dirigí a la habitación de Abigail, conocía el camino.Golpeé la puerta.-Pasá, mamá.Escucho que contesta.Abrí la puerta y la encontré a medio vestir, con su cabello mojado, recién duchada.Me quedé mudo, observándola.-¡Doctor!Se apresuró para ponerse un vestido, corto, sencillo, parecía de algodón, era de color rosa.-Perdón…no pensé que fuera usted.Dijo.-Perdón…nuevamente, no pens
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