26. Culpa
Se le hizo realmente difícil dejar de pensar en lo que ha vivido, en ese beso que se repite en su cabeza como si fuera parte de un disco que se ha rayado por tanto usarlo. No ha hecho nada y es que en realidad no sabía qué hacer. No puede pensar en su trabajo, no puede pensar en su futuro, no puede pensar en nada que no sea la realidad de que ahí a unos metros de distancia estaba el hombre que sabía cómo aliviar lo que ese punto de su piel, ese que se ha mantenido erizado, necesitaba.Ya casi eran las diez de la mañana, tiene la computadora encendida y ante ella el celular que esperaba que de pronto empezará a repicar con una llamada de Ashton reclamándole lo que ha hecho, pero no ha llegado, ese espacio, esa llamada, la voz de su novio tildándola de zorra malagradecida e infiel no ha llegado, pero la culpa pesaba como si lo hubiera hecho.
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