La mujer estaba paralizada.No la culpaba, los tipos que nos rodeaban sacaron sus armas para apuntarnos. Bueno, eso quería decir que no tenía que ver con asuntos lobunos.Elevé las manos en un gesto de paz.-Iré con ustedes - Dije lentamente. - en cuanto ellos se vayan y todos tus amigos se queden aquí conmigo.El calvo comenzó a reír fuertemente.-Te lo dije, no tengo interés en una mujer cualquiera y su perro. Vendrás con nosotros de todas formas, así que deja las tonterías y comenza a caminar hacia mí.Yo asentí y hablé en un tono muy bajo para que solo uno de los presentes pudiera oirme.-Yo los cubriré, llévate a tu madre lejos. El cachorro detuvo sus gruñidos, lo que me hizo pensar que pudo escucharme y me dejó un poco más tranquila mientras caminaba hacia el calvo.Pronto estuve a una buena distancia y dos de sus esbirros me sujetaron para comenzar a revisar mi cuerpo en busca de armas. Una pérdida de tiempo porque, idiota de mí, no traía ninguna conmigo.-Está limpia. - Dijo u
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