Al escuchar esto, los ojos de Manuel brillaron de sorpresa. —Elena, ¿qué acabas de decir? ¡Repite eso!Elena, con los ojos enrojecidos, le lanzó una mirada y, con más claridad, dijo: —Dije que te extraño mucho. Si no regresas pronto, ¡iré a buscarte ahora mismo!—¿De verdad? ¡Entonces voy a reservarte un billete de avión! —exclamó Manuel, ansioso—. Prepara tus cosas, voy a enviar un coche a recogerte.—¡Sí! —asintió Elena, sintiéndose inmensamente feliz.Sin embargo, no se dio cuenta de que Julio estaba de pie no muy lejos, frustrado.Aunque ya sabía que Elena había comenzado una nueva relación y que su romance iba bien, ver aquella escena con sus propios ojos le causó un dolor punzante en el corazón.Una vez, Elena lo amó con la misma intensidad.Una vez, sus ojos brillaban al mirarlo.Una vez, ella había viajado hasta el país de Ligama por él.Pero él no supo valorar eso. Ahora, todo eso pertenecía a otro hombre.En los ojos de Elena ya no había espacio para él.En ese momento, Julio
Leer más