Elena dijo: —Yo entiendo tu preocupación por la situación de Anna y Pedro. Pero según lo que me ha dicho Manuel, parece que hubo un malentendido entre ustedes, y que Pedro aún se preocupa por ti. Si tu decisión de divorciarte no es tan firme, yo también apoyaría tu decisión.Bella se sintió aún más confusa: —Elena, me has llamado aquí con tanta seriedad, ¿solo para decirme eso? Tú sabes muy bien que mi decisión de divorciarme es definitiva.—Lo sé, Bella, pero si estás tan decidida a divorciarte, ¿por qué has sido tan imprudente y ni siquiera has tomado precauciones? —Elena parecía muy confundida.Era comprensible que fue controlado por el deseo y tuvo relaciones sexuales. Pero, ¿por qué no tomó medidas de seguridad?—¿Precauciones? ¿De qué estás hablando?Elena la miró sin saber muy bien cómo explicarlo. —Bella, ¿es que de verdad no lo entiendes? ¡Estás embarazada!—¿¡Embarazada!?Bella gritó sorprendida, incorporándose rápidamente de la cama, mojando todo a su alrededor con el agua d
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