Luna sonrió y recostó en el hombro de Carmela, dijo dulcemente con ella como antes: —Tía Carmela, no vuelvas a decir esas cosas en el futuro. Mi novio se enfadará si se entera.Esa noche, Luna permaneció en la cama sin poder conciliar el sueño por mucho tiempo. El dolor en su corazón seguía extendiéndose, Luna apretó los dientes y lo soportó. Cerca de la medianoche, Sergio le envió a Luna un mensaje de WhatsApp: [¿De verdad tienes novio? ¿Quién es?]Luna miró fijamente la pantalla del celular sin parpadear durante mucho tiempo hasta que le dolieron los ojos.«No importa quién sea, no eres tú, entonces, ¿por qué haces tantas preguntas?» pensó Luna. Puso su teléfono en silencio y lo arrojó al final de la cama sin responder. Si Luna tenía novio o no, no importaba quién fuera, no enía nada que ver con Sergio, y no era necesario que Luna se lo diciera a Sergio.A la mañana siguiente, Luna fue de excursión con varias compañeras de secundaria con mucho sueño. Después de lo que pasó ayer, L
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