Lo más hermoso que pudo haberme pasado es ser madre, tener a mi bebé. Sin embargo, nadie se preparó para tener este papel, no existe escuela de padres, no existe ningún seminario para enseñar a ser padres, nada. Eso sí, cada uno va enseñando valores a sus hijos, y ellos con él tiempo lo pondrán en práctica.Por eso estoy tan orgullosa de tener a un hijo el cuál haya aprendido muchas cosas de lo que le enseñé. A respetar, a ser alguien de mente abierta para que no termine juzgando ni criticando a los demás ya sea por su apariencia física, forma de pensar o la forma de ser.—Connor cariño, ven.—se encontraba jugando en el pequeño parque que se hizo en el patio de nuestra nueva casa, es un niño maravilloso. Ya tiene 4 años, y entiende perfectamente muchas cosas, se expresa muy bien y con un intelecto algo avanzado.—Mami, ¿puedo tomar helado, si? por favor—me hace un puchero tan tierno que acabaría convenciéndome, pero no.—Ahora no cielo, más tarde tal vez. Debo bañarte, estás todo suci
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