El corazón de Tiziano se retorció dentro de su pecho, el cambio fue tan turbulento que dolía. Vio esos ojos azules, idénticos a los de Frida y ante la sorpresa de todos, acercó su mano con gentileza para acariciar los cabellos de Emma. —Mucho gusto, Emma y Carina… —Cargó a la pequeña Cari y de inme
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