Una voz masculina suave y familiar, con un tono bajo, susurró en su oído, y María, sin saber por qué, soltó un suspiro de alivio.Casi al mismo tiempo, sintió que su cintura era atrapada firmemente por un brazo fuerte, y todo comenzó a dar vueltas a su alrededor...María cayó como un ave volando y aterrizó firmemente en un pecho amplio y cálido.Sintiendo su aliento fuerte, con un ligero aroma a tabaco, su corazón latía descontroladamente.Manuel arrebató a María de la mano de Javier y la abrazó, sonriendo ligeramente ante la expresión cambiante del señor García. —Señor García, María y yo nos amamos sinceramente. Espero que no interfiera en nuestros sentimientos.Su tono era firme, como si realmente fuera así.María no pudo evitar reírse, su labio superior se curvó hacia arriba, casi riéndose en voz alta si no fuera por la atmósfera tensa.Javier sabía que Manuel no era alguien fácil de tratar, pero si podía abrazar a su hija frente a él, seguramente habría acciones más atrevidas en pr
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