Ahora, decir cualquier cosa era inútil. Solo quedaba volver a cautivarlo con la ternura de una mujer.Luisa levantó la mirada, con ojos acuosos y llenos de emoción, observando fijamente el perfil impecable de Manuel. Una lágrima temblorosa en la comisura de sus ojos parecía a punto de caer.—Manuel, sé que lo que hice estuvo mal, te lastimé. Pero, ¿realmente puedes negar completamente mis sentimientos por ti? Si no hubiera arriesgado mi vida para salvarte en ese momento, ¿cómo habría sido tratada por esos despreciables...? Ahora ni siquiera me miras, ¿es porque desprecias mi cuerpo? Pero incluso si volviera a ocurrir, no me arrepentiría de salvarte, porque al final, ¡te saqué de las garras de ese demonio! Manuel, ¿no puedes, al menos, volver a amarme una vez más?Viendo al hombre indiferente que la menospreciaba, el corazón de Luisa estaba a punto de desgarrarse, doliendo como si fuera cortado con un cuchillo. Ese hombre que la mimaba como una princesa en su adolescencia, lo perdió des
Leer más