Cap. 41 ¡Sirena Valentina, es Fortuna!
Elisa había adquirido un vehículo con la venta de su convertible. Era insignificante, pero rodaba, seguía a Elena a dondequiera que iba, pero una tarde pasó algo raro. La vio salir e ir a una tienda de ropa exclusiva y de repente para sorpresa de ella: Fortuna la esperaba fuera, ambas se saludaron y entraron en la tienda. Elisa sintió que se mareaba. —Te lo dije, te engañaron, Fortuna vive. —No, no… —miró a la tienda—. No puede ser. Esperó y vio salir a Elena, o eso creía, iba al auto rosa de Fortuna y por más que esperó nadie más salió de la tienda. Elisa se rio de su estupidez. —Te estás volviendo loca, chica. Manejó a descansar, cuando llegó a su cuarto de medio pelo, entró y vio una invitación en la cama. —¿Qué es esto? Leyó y era para la presentación de la Valentine. Ella revisó el papel y era muy fino, con toques de mar y al salir escuchó. —Nos invitaron al evento de la diseñadora Valentine —decía una mujer emocionada. Elisa se acercó con su invitación y la mostró: —¿Q
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