NINA Nunca había experimentado algo semejante. Mi sexo húmedo choca contra su erección y el contacto es sublime desencadenando más pasión, más fuego entre los dos saturando el aire donde todo grita sexo. —Mi lobo esta loco por ti Nina. —Mi loba también por ti—le confieso. El ardor en mi sexo quiero calmarlo y me muevo creando fricción entre nuestros cuerpos mientras sus manos toman mis nalgas apretando fuerte, muy fuerte, haciendo que gima de places, no tiene delicadeza cuando de agarrar mis partes íntimas se trata porque Greco es así, bruto, fuerte, animal. Jadeamos tanto, me sofoca el pecho y trato de controlarme para que nadie de la casa escuche, borra con sus besos el recuerdo del parque, me peina el cabello con los dedos tirando las hebras al lado derecho por completo, me percato de su intención y le doy espacio para que tome mi cuello con sus labios que me estremecen completa, jadeo y aunque no quiero me es imposible porque se siente rico, nos besamos por largo tiempo ten
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