— ¿Estás lista para ir al hospital? — Liam pregunta al entrar al coche.— Totalmente, vámonos. — Liz responde.Liam se dirige directamente al hospital y, como siempre, Liz termina durmiéndose en el camino. Al llegar frente al hospital, estaciona el coche y la llama, despertándola una vez más.— Hora de despertar, jovencita. Ya estamos aquí frente al hospital.— ¿Pero ya? No lo puedo creer, apenas dormí y ya llegamos. Por amor a Dios, chico, no caminas, ¡corres!Liam sonríe ante el comentario de Liz. Ella baja del coche, lo saluda y entra, caminando por los pasillos del hospital hasta su consultorio. En el camino, algunas enfermeras la saludan. Al llegar a su sala, entra y ve una pila de historias clínicas en su escritorio. Liz mira la pila, respira hondo, coloca su bolso a un lado y se sienta en la silla."Listo, otro día de trabajo más. Espero que hoy no haya tantos pacientes como ayer, porque hasta ahora no entiendo cómo logré atender a todos", piensa. Al tomar algunas historias clí
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