Los días siguientes, Erik me obligaba a follar con él dos veces por la mañana y por la noche, era como si no le importara lo que yo quisiera o no, a él le daba lo mismo, ya que cogía de mi lo que quería cuando y como él deseaba., Por la mañana y mientras me duchaba sola, lloraba sin consuelo ya que era el único momento que podía desahogarme y pensar en Kevin, preguntandome que estaria haciendo el padre de mi bebey el hombre que yo amaba.Bajamos Erik y yo a desayunar después de ducharme y vestirme, viendo a su madre sentada en el sillon del salon, sonriendome — Buenos días hijos, Lorena cariño ¿como estas? — me pregunto su madre — Buenos días, estoy un poco cansada pero me encuentro bien, gracias — respondí, acercandome a ella para darle un beso en su mejilla — Mama mi esposa está preciosa como siempre mamá – dijo Erik, rodeando mi cuerpo desde atrás, dándome un pequeño mordisco en el cuello — Mamá he pensado que esta noche si te parece bien, podrías llamar a mi hermano William para
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