Francisco sacudió la cabeza con tristeza, —Ella ya no me quiere.Por primera vez, Francisco se sintió impotente.«Cuánto me amaba Sabrina antes, cuánto se resiste a mí ahora.»Hernán se regodeó, —¡Te lo mereces! ¿Has olvidado lo mal que la trataste antes?Francisco echó una vista a él y abrió otro vino.Después, Hernán preguntó sin rodeos: —Ya que no puedes encontrar a Steffy ahora, ¿qué vas a hacer después?Francisco, con la copa en la mano, no contestó y cambió de tema.—¿Hay noticias recientes de Sudáfrica?Hernán se encogió de hombros, —Nada.—La situación allí es muy caótica en estos momentos. Tras el incidente de hace cinco años, todas las partes son muy cautelosas y no se han atrevido a hacer grandes movimientos.Francisco asintió y no dijo nada más.Se recostó en el sofá, miró al techo, con una mirada perdida, y de repente dijo: —Sobre Steffy, vamos a dejarlo pasar.Al oir esto, Hernán se puso atónito, —¿De verdad?Durante un instante, Francisco añadió: —Si hay alg
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