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Todos los capítulos de Secuestrada al nacer: Capítulo 41 - Capítulo 50
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Un golpe certero.
Alicia se sintió reconfortada con la presencia de su amigo, Daniel era un chico tan guapo y tan atento con ella, él siempre llegaba en esos momentos en donde se siente más débil y vulnerable, la película siguió su curso, ella era la primera vez que asiste a una sala de cine, le encantaban las películas de terror, eran de sus preferidas, por lo que las escenas más impactantes no le importaban ni le causaban miedo, por lo contrario, de Paola que estaba gritando encima de Derek, quien no podía ocultar su rostro molesto, la oscuridad no dejaba ver a las personas con claridad, por lo que Daniel aún no era visible, Alicia aprovecho de comer todo lo servido en la bandeja, ahora ella disfrutaba de muchos placeres de la vida, aunque que extrañaba a su familia, estaba segura que el huir fue una buena decisión, sus padres no la iban a dejar salir del cascarón, aun ella siendo una señorita de edad.–Y dime Alis, ¿Cómo te preparas para mañana?––Estoy emocionada, espero pasármela bien–Ella solo t
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Todos defienden al mocoso.
El cuerpo inconsciente de Alicia quedó tendido en el piso frío del centro comercial, ella era tan pequeña y débil, aun así tuvo el valor de enfrentarse a dos grandes y molestos, ellos peleaban por la misma razón, ella.Derek vio como el golpe se hacía presente alrededor de su ojo, mientras que Daniel se agachó para recogerla y llevarla a la clínica del médico de la familia.El acomodo el gorro, no dejaría que su identidad fuese descubierta, ya habían pasado dos meses desde aquel día en donde Carlos destrozó su cabello, él había crecido y con él las raíces de color oro eran visibles.Derek al ver a Daniel caminando rumbo a la salida con el joven en brazos, cayó en sí, él había golpeado al mocoso y lo dejo inconsciente, por lo que salió corriendo detrás de él y no se apartó.–¿A dónde lo llevaremos?–Daniel volteo y se sorprendió al verso detrás de él.–A la clínica familiar, está inconsciente, ¿acaso crees que pegas suave?––Deja y te acompaño–Daniel volvió a voltear, estando a solo p
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Palabras sabías.
Desde el piso frio Derek miraba con odio al médico, quería levantarse y acabar con él. —¿Qué esperas? Vamos levántate, hazme a mi lo que le hiciste a él, no te importo que era un pequeño indefenso, ¿te gustaría que alguien más fuerte que tú te enfrente? — —No sabes como sucedieron las cosas, el se atravesó, sabía que no debía interponerse entre ambos, aun así, él lo hizo, estoy consciente que no debo hacerlo, le pediré disculpas— Derek hizo a levantarse y Luigi lo volvió a golpear, haciendo que su duro trasero volviese a caer de golpe, no tenía más que enfrentarse al médico, así que se levantó y fue ahí cuando sintió una mano en sus hombros, Daniel lo detuvo en seco. —Basta Derek, necesitas ayuda, no puedes solucionar todo a golpes— Derek lo miro con mucho odio, lo mataría a el mismo por detenerlo, la mirada de Daniel nunca fue bajada, el realmente estaba preocupado por el joven, su actitud terminaría en desgracia si él no se controla de una vez por todas. —Quita tu mano de enci
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Una sonrisa encantadora.
Alicia despertó desorientada, había dormido más de lo previsto, miro hacia la ventana y todo estaba oscuro, las estrellas brillaban y la luz de la luna se hacía presente mientras alumbraba la habitación, ella se sentó y miro la bella noche que la llena de tanta tranquilidad.Fue poco después que Luigi entro a la habitación con la cena.–Buenas noches, preciosa, ¿cómo te sientes?––Hola Doctor, me siento bien, solo con mucho dolor en la zona afectada, ¿puedo verme en algún espejo?–Ella lo miro con ojitos de gatos, brillosos y amenazantes en dejar salir un par de lágrimas, sabía muy bien que la gran mano de Derek le dejo una gran marca, el dolor era suficiente para ella saberlo.Pero Luigi no quería lastimar el pequeño corazón de Alicia.–Dejemos ese paso para mañana, ahora comamos juntos, he traído mi cena también–Él se acercó a ella con ambas bandejas, le encantaba complacerla, ella era una preciosidad comiendo con tanta educación, la vez que ellos comieron en el cafetín de la clín
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Un día más.
La mañana siguiente era un bello día para unos y un mal día para otros, mientras Alicia corría a la ducha para estar lista al momento que Daniel llegará por ella, Luigi era un hombre de promesas, él cumpliría lo que dijo la noche anterior, ella aún no sabía a qué hora el llegaría, así que necesita a estar lista, por su parte Derek quien seguía molesto, debía de despertarse temprano, aparte de eso debía de usar un traje a la medida para asistir a la empresa, él era un deportista y acostumbrada a andar de ropa deportiva y informal.Pero su padre era un hombre guapo y maduro, lo enseño a que los días de empresa se debía de asistir de manera formal.Luigi en medio de la mañana levantó el teléfono de su oficina para estar seguro de la desición que tomaría a favor de la pequeña Alicia.Del otro lado de la línea estaba un móvil vibrando constantemente, Daniel estaba en medio de su sueño cuando se percató de su móvil, él saco su mano de la cama y cogió el móvil que estaba encima de su mesa de
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Un médico sobre protector.
Ella se alistó con la ropa que más odiaba en esos momentos, que cruel era la vida, sería una salida con un chico, que aunque su corazón tuviese dueño, ella quería vivir el momento, no dejaba de pensar en su hermana, ella podría hacer buena pareja con Daniel, recordó que ella siempre soñaba con un príncipe con la misma descripción que él. Al estar totalmente lista se sentó en la orilla de la cama, su estómago empezó a rugir, por lo que ella se lo sujetó con ambas manos, tenía un poco de vergüenza y más aún cuando escucho la puerta sonar. –Adelante– Ella sacudió su ropa y se preparó para recibir su visita, gracias a Dios era su guapo médico con la bandeja del desayuno. –¿Cómo amaneciste preciosa?– Alicia descanso como nunca, aunque estuviese en una cama que no fuese de ella, pero lo que más afectó su despertar fue el verse frente al espejo que percatar su rostro de Miles de colores, le dolía demasiado, y estaba tan hinchado que estaba con la duda de salir o no. –Amanecí de espanto,
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Complices para la felicidad de ella.
Alicia al escuchar la puerta se bajó corriendo de la cama y no dudó en abrirla, ella sabía muy bien que su amigo estaba ahí como lo prometió, sería una salida muy interesante.—Hola Daniel, buenos días—Daniel al ver que su rostro no estaba tan lastimado y que su mirada se enfocó claramente en su sonrisa, se sintió tan feliz, ella era única y el imbécil de Derek se lo estaba perdiendo.—Buenos días Ali, ¿ya estas lista para esta aventura? ——Si, ya estoy más que lista——Buenos toma mi brazo y salgamos—Ella lo dudo por un momento y subió su mirada para mirarlo fijamente a los ojos, luego extendió su mano sobre su brazo y ambos salieron, mientras caminaban por el pasillo Daniel recibió una llamada, fue algo extraño, él al ver de quien se trataba frunció el ceño, le pareció muy extraño que si había hablado con él hace un momento, lo estuviera llamando nuevamente.Alicia se preocupo al verlo algo molesto era la primera vez que él estaba tan serio cerca de ella.—Alo, dime—Luigi quien es
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Un día en el salón de belleza.
Daniel estaban junto a ella comiendo de los ricos dulces, Alicia era una joven delgada a pesar de comer como un camionero, ella era educada y sutil, pero no dejaba que se desperdiciara ni una sola porción, no era capaz de empezar otro dulce hasta no acabar el que estaba comiendo, mientras que Daniel los probaba y hacia un lado, ya sentía que tenía suficiente, estaba empalagado.—¿Te gustan los dulces?—Ella subió su mirada y no pudo evitar sonreír, sus ojos se achicaron y en sus cachetes aparecieron dos pequeños agujeros que la hacían lucir dulce y hermosa a la vez.—Sí, están todos divinos, ¿por qué no sigues comiendo? ¿No te gustaron?—Él no iba a quedar en mal delante de ella, aunque su estómago ya no toleraba ni un poco más, solo sonrió y le contestó a su compañera de aventuras.—Si me gustaron, solo que comí antes de salir de casa—Ella entendió fácilmente, pero no importa cuando había comido junto al médico en el desayuno, ella seguía teniendo espacio para más.—Yo también desay
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Impactado por su belleza.
Alicia no dejaba de mirarse al espejo, ella está tan impresionada, hacía una eternidad para ella que no se miraba tan femenina, no podía negar que Yolanda hizo un milagro en ella, fue tanta su emoción que ella sujetó el rostro del joven para despertarlo a la fuerza.—Oye dormilón despierta—Daniel que ya estaba cansado se despertó con una hermosa vista, acaso, ¿estaba soñando? O era realmente ella, tan dulce y hermosa.—¿Eres tú? —Alicia no pudo evitar sonreír a carcajadas, a tal punto que ella no podía contenerse.—Claro que soy yo, mírame—Ella en medio de risa daba vueltas y su cabello se mueve al ritmo de ella, por su parte Yolanda no podía evitar capturar cada imagen, le encantaba verla feliz, esa niña le cayó tan bien desde que entró al lugar.—Eres totalmente hermosa—Él se levantó y no dejaba de admirarla, ella era una doncella preciosa, de donde había salido ella, ¿Quién se atrevió a dañarla?Daniel se acercó a Yolandapara agradecerle.—Gracias Yolanda eres la mejor——no de
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De fea a Bella.
Luigi no tuvo el tiempo para espiar por la ventana de la habitación al ella entrar, por lo que al recibir el mensaje del joven subió corriendo a su habitación y recibirla, pero fue ella quien lo sorprendió a él, Alicia abrió la puerta y su hermoso cabello color dorado lo deslumbró por completo, ella como toda niña coqueta y inocente entró haciendo un pequeño modelaje mientras hacía cortas vueltas que hacía girar su cabello con su ritmo, el no pudo evitar soltar una lágrima, aunque no había llegado la prueba de ADN, él no tenía más dudas, era ella la niña perdida, por su mente volaban tantos pensamientos mientras ella seguía danzando.—Eres tan hermosa Alicia—Alicia arrugó su nariz en símbolo de molestia, él era un atrevido sin duda alguna, y aunque ella usará un conjunto deportivo masculino de dos tallas más que la que le corresponde, aun así, ella se sentía la chica más hermosa del mundo.—¿Me está queriendo decir que antes era fea? —Ella refunfuño en queja, por lo que le dio la es
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