Para ser honesta, Dafne no quería ofender a sus clientes, pero las palabras de Andrés se volvieron ofensivas para ella.Le mostró una leve sonrisa cortésmente y respondió con confianza y dignidad:—Señor Ruiz, si viniste aquí buscando una trabajadora sexual, temo que has llegado al lugar equivocado. Estamos en la sala de ventas de propiedades, no en un club nocturno. Lo único que vendemos aquí es el apartamento del proyecto del Grupo SY.Andrés creyó que Dafne estaba fingiendo ser conservadora y formal, por lo que dijo con desprecio:—Entonces, señorita Vera, ¿eres una "casa" nueva o de segunda mano? En realidad, no me importa si eres de segunda mano. Después de todo, a veces esa situación también puede resultar interesante.Dafne mantuvo una sonrisa falsa frente al hombre y lo contradijo tranquilamente:—Parece que tienes mucha experiencia en esta industria. Entonces, señor Ruiz, ¿eres una llave nueva o de segunda mano?Dicho esto, antes de que Andrés pudiera reaccionar, ¡Dafne levant
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