GIANNA -18 añosLa brisa fría barre con intensidad los árboles en medio de una noche oscura. La lluvia parece inminente, dado que las nubes grises se congregan en el cielo, acompañadas de truenos.Me contemplo en el espejo mientras me visto con mi pijama: un short de tela con estampado floral y una pequeña blusa de tirantes del mismo tono.Aunque he repetido a mis padres innumerables veces que ya no soy una niña, me ven de la misma manera. La ropa que llevo ahora, aparentemente, podría delatarme como una joven inmadura: pechos no muy prominentes, curvas sutiles y una complexión delgada. Mi físico y mi edad no ayudan a cambiar esa percepción.Suspiro al finalizar de cambiarme y tomo la toalla que envolvía mi cuerpo para secar mi cabello negro, mojado.Mientras tarareo, coloco música y me acerco al ventanal, ansiosa por la lluvia que aún no llega; solo truena y relampaguea en el cielo.Mis padres cenan fuera, dejándome sola, una situación que ya he experimentado en varias ocasiones debi
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