Alice observó a Samanta desnudarse totalmente.La hembra no era reservada con su cuerpo, y no había razón para ser, era muy bella.La sierva juntó sus pertenencias y se sentó en una piedra, mientras que la otra hembra nadaba en el río.Unos segundos después la hembra se volvió hacia ella y le preguntó:— Dime Alice, ¿tú y Oriedreh se conocen desde la infancia?Alice la miró, y asintió:Samanta se quedó flotando en las aguas tranquilas del río, sus pechos visibles a través del agua.Ella nadó más cerca de la orilla, acercándose a la otra hembra, había un brillo en su mirada.— Dime cómo es. — pidió Samanta, su sonrisa de lado la hacía aún más bonita.Alice parpadeó un par de veces, insegura sobre el interés de Samantha por James.Pero no debía sorprenderme, él era el Oridreh del Alfa de Armeni, del norte. Había muchas hembras que lo deseaban, aunque eso la despedazaba.Ella tragó seco, pero trató de mantenerse neutral. No quería que aquella hembra supiera sobre sus sentimientos, entonc
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