El lindo gatito le maullaba a su abuelo, el no sabía que no debía subirse a las camas, comenzó a saltar jugando a las atrapadas — Rodolfo, ven acá para bajarte, tú no puedes estar entre las sábanas y las almohadas, debes entender, vas a dejar todo lleno de pelos, ¿me gustaría saber quién te subió o si tu saltaste tan alto? La bella rubia salía de la ducha cuando vió la graciosa escena, su marido correteaba al minino, pero Rodolfo, no se dejaba, cuando ya estuvo muy cerca, le peleaba con una de sus patitas — Deeguel, deja al gato, no seas exagerado, ?que te va a hacer? — ¡Míralo, me está peleando con una de sus garras, no quiere que lo atrapé, seguro que sabe que lo voy a bajar, es muy astuto! — Es adorable, míralo que hermoso es, y que bellos ojos azules tiene — ¿Más bellos que los míos? responde, mujer — el mafioso enarcó una de sus cejas — ¿Qué...? Deeguel, ¿estás consciente de que Rodolfo, es un gato, cierto? — Tú solo responde, ya le estás dando muchas vueltas
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