- Espero que tengas una buena razón para llamarme", advierto a Dragazón, que está sentado solo en la piedra de los sacrificios. - Nada, sólo quería interponerme en tu camino -sonreí irónicamente. - ¿Se han escondido el resto de los magos? - Sí, Leya ha perdido la ubicación, pero ahora hay muy pocas, podemos viajar cuando quieras, pasaremos unos días en la casa de campo, obviamente mi Leya no se quedará en una casa con dos lobas en celo con sus parejas, nos quedaremos en el jardín, sólo de imaginarme compartiendo la misma casa que tú me dan ganas de vomitar. - Bueno... no juzgues tanto, tardé milenios en conseguirla, e incluso cuando la tuve no podía ni saludarme - "Entiendo, siento lo mismo por Leya, está en su estado de castigo y aún faltan tantos años para que pueda tocar su piel..." murmuró, molesto. - "Sé que podría tener otras mujeres e incluso disfrutar como lo hizo Marco, pero mi conexión es con ella, se sacrificó y lo que estoy haciendo es lo menos que puedo hacer, porque
Leer más