Al entrar, vi a Raúl al lado de Valeria, tocando su cabeza con la mano.Me apresuré a ponerme la ropa estéril y corrí hacia adentro.—Valeria, no puedes rendirte, tienes que resistir... Escúchame, aguanta un poco más. Si mueres ahora, no me ocuparé de la familia Nieves. Te dije que haría lo que quisiera, no tengo la responsabilidad ni la obligación de cuidar de tu familia por ti.En cuanto entré, escuché a Raúl rugiendo, pero había un tono de súplica en su voz.—Valeria...— también me lancé hacia ella, agarrando su otra mano—, quiero ser tu amiga, ¡la mejor amiga! Puedes considerarme tu única amiga, ¡dame la oportunidad de serlo! ¡Te haré sentir lo que significa la amistad!En ese momento, Valeria ya estaba extremadamente delgada y a punto de morir, su rostro se había vuelto azul oscuro y era espeluznante. Era evidente que el veneno ya había invadido todo su cuerpo.—Valeria, sé que puedes escucharme, si quieres quedarte a mi lado, ¡aguanta!— Raúl gritó furiosamente, su mano en su fren
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