Alejandro sonrió ligeramente, —Vuestras identidades son bastante dispares, su personalidad es un poco despreocupada, pero después de todo, es una mujer.Mariano torció los labios, —Hablas como si supieras mucho sobre las mujeres...Alejandro entrecerró los ojos, —¿Qué quieres decir?Mariano sonrió irónicamente, —Nada, solo que tú tampoco puedes conquistar a Ximena.La cara de Alejandro se tensó al instante, y la mirada fría que irradiaba parecía afilada como una hoja.—Mariano, ¿quieres morir?— Al ver que la situación no iba bien, Mariano se dio la vuelta y salió corriendo.Por la noche, Simona, que se negaba a salir de su habitación, se quedó dormida profundamente abrazando una almohada.Ximena, sin opciones, llevó a los dos niños abajo para disfrutar de las aguas termales. Después de que los niños se cambiaron y Ximena los envolvió en toallas, salieron del vestuario. Al salir, Ximena, que estaba agachada hablando con los niños, chocó de frente con alguien. Retrocedió dos pasos y
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