Ximena tomó su bolso y salió de la habitación. Al pasar por la habitación de los niños, se detuvo y golpeó la puerta. Rápidamente, Liliana corrió y abrió la puerta. Al ver el atuendo de Ximena, los ojos de Liliana brillaron. —¡Wow, mamá, te ves tan hermosa!— exclamó Liliana admirada. —Mamá, la próxima vez, ¡usa más vestidos, te ves increíble!—Aduladora,— se burló Nicolás.Liliana giró la cabeza y le lanzó una mirada amenazadora. —¡Hermano, no hables! ¡Eres molesto!Ximena sonrió y dijo: —Gracias, Liliana. Mamá va a salir un rato, así que tú y tu hermano deben comportarse bien en casa. El tío Kerri volverá pronto.Liliana sonrió de manera significativa. —Mamá, puedes estar tranquila. Sé lo que vas a hacer. Mi hermano y yo seremos muy buenos.Ximena se sorprendió. —¿Liliana aprendió a observar ahora?Liliana empujó a Ximena con sus pequeñas manos. —Mamá, ve rápido, y asegúrate de encontrar un buen papá para mi hermano y para mí.¡Venganza contra el mal papá!—Está bien, está bien,
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