Sophia Rodrigues.Suspiré cuando escuché el auto alejarse.Espero que estés bien, te guste o no, ahora es mi marido."Bienvenida de nuevo, Sra. Santoro". Levanté la vista y vi a Emma caminando hacia mí."Oh, gracias, Emma." Le digo gracias con una leve sonrisa.''¿Quieres algo de comer?"Sí, tengo hambre, vamos a la cocina", me miró con recelo. No te preocupes por eso, Emma. Me gusta comer allí, no te asustes.''Está bien, señora.Vincenzo es un hombre bastante aterrador.Caminábamos y noté que ella se ponía tensa.''No tienes que ser así, Emma.''Lo siento, señora. Es que el señor Santoro nunca come en la cocina, luego vienes y nos haces sentir incómodos... lo siento." Negué con la cabeza.''La entiendo, pero... no deberías preocuparte, Vincenzo no se quejará contigo por elegir comer mi comida en la cocina.''Por supuesto, señora. Sólo él tiene miedo.Es cierto que es terrible.Decidí no decir nada más, caminamos juntas, vi a doña María y algunas otras criadas."Sofía, que bueno vert
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