SethTodo iba en marcha, pero siempre tiene que existir esa piedra en el medio de camino que está dispuesta a hacernos caer. Esperaba a ese francés de mierda desde hace mucho, más no pensé que fuera a tardar tanto en venir a buscar a mi mujer y mi hijo.Indro fue con Nana al interior de la casa, pero me hizo prometerle que no pelearía con su falso padre, ya que él también quería hablar con él. No entiendo qué es lo que tiene que decirle y trato de hacerme a la idea de que siempre lo vio a él como un padre y que tal vez entre ellos existe un lazo muy fuerte, uno en el cual yo nunca podré entrar.Abracé a Violetta por la cintura y besé sus labios con suavidad, dándole calma y dándome una confianza que no tenía. Si hay alguien que me saque de mis casillas es ese intento de marido.—No vayas a pelear con él, mi amor.—No te preocupes, mi reina —besé sus labios una vez más—. Mientras él venga en son de paz, no hay nada de lo que debamos pelear, ¿o sí?—No uses tu ironía conmigo, Seth.—No
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