—Que no, no seas necia, si te pasa algo pues te ayudare yo, en la carretera —dijo Taiku.—Y si me muero —dijo María.—Yo te revivo —dijo Taiki.—Hermano, por fa, recuerda que debo tomar medicamentos, y quien me dará de comer, hay que cocinar, y eso, te lo suplico, tengo una idea, si no quieres que nadie vaya a tu mansión, me quedare en la mansión de Iku, y asi te aligero la carga, necesito que me cuiden —agrego María.—No, María, te vendrás conmigo, ya lo platicamos, y nuestros padres vendrán con nosotros, asi que, en resumen, te cuidaremos, no iras sola atras del carro —agrego Taiki.—Mis padres trabajan —dijo María.—No sé si seguirán trabajando, y la tienda de ropa que creaste, resulta que Julio se adueño y ahora está que te quedaste fuera de la lista, Julio se apodero, ya solo poque dice que puso más inversión en la tienda, que tú, antes tu hayas sido la diseñadora intelectual, pero bueno, ya veremos como resolveremos esto, estoy tan molesto, no entiendo porque te hace sufrir, me
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