Mariah.Mi día no pintaba ser de las mejores, y mi buen humor se fue tan rápido a como vino, apenas ayer me enteré de que mi novio me engaña con una presumida pelirroja, pero si desde que la vi, observándolo descaradamente en la cafetería, supe que algo tramaba, no me dio buena espina. Para terminar de completar, es amiga íntima de la lagartona de Paulina, ambas debieron de ponerse de acuerdo, si por encima se ve lo arrastradas que son.Cuando iba a tomar el ascensor, me alcanza Alexa, mi buena amiga, que va apenas llegando.—Mariah, ¿por qué desapareciste así anoche? Pensé que ya estábamos bien —me dice angustiada, pero esta que se fumo.—No desaparecí tonta —no evito reírme de ella— me fui hoy temprano porque necesitaba buscar mis cosas.—Cierto —dice avergonzada, mi vida.Ella, se ha convertido en mi hermana, amiga y confidente. Llevamos de conocernos cinco años, pero es como si nos conociéramos de toda la vida. Me gusta burlarme de ella, es mi forma de demostrarle mi cariño, resul
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