A los dos días Nathalia por fin abrió los ojos, quiso moverse pero de inmediato el dolor de la herida la aquejó y dejó escapar un quejido Nathanael se puso de pie de inmediato del sillón y fue a verle— No te muevas cariño, tu herida está muy reciente, recibiste una bala perdida en el pecho, te operaron pero el médico dice que estarás bien — explicaba el padre mafioso— Papá.... estás aquí — de pronto Nathalia comenzó a recordar y las lágrimas bajaron de sus hermosos ojos azules— Mi pequeña, todo va a estar bien, te prometo que todo va a estar bien, no me voy a separar de tu lado, no vas a estar sola en este proceso— Lo amaba, papá, lo amaba más que a nada, me entregué a él sin saber que era nuestro enemigo, que lo que quería era asesinarte, fuí tan estúpida, ese desgraciado solamente se burló de mí— Lo sé, lo sé, pero eres mi hija, eres una Castrioli, vas a salir de esta mala experiencia, en el futuro encontrarás un hombre que sea digno y merecedor de tu amor — Nathanael tomó la
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