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Todos los capítulos de Los Mellizos Comprados del CEO: Capítulo 41 - Capítulo 50
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CAPITULO 41
CAPÍTULO 41 Connor y Margaret se miraron fijamente de alguna manera tratando de leer los pensamientos del otro. De pronto se escuchó una dulce voz que venía de las escaleras. ―¡Mama! ―Dylan bajo las escaleras y abrazo las piernas de Juliette ―¿Es verdad lo que todos dicen? Ella se agachó para estar frente a frente con su hijo y le pregunto. ―¿Qué es lo que todos dicen, cielo? ―¡Qué eres mi mamá! Papa lo dijo en la fiesta y el abuelo dijo que era verdad. Juliette le dio una mirada rápida a Connor, había estado pensando en cómo decírselo y resulta que el pequeño lo asimilo muy bien. ―Sí, cariño. Soy tu mami, imagino que tienes muchas preguntas, te prometo que… ―El abuelo dijo que estabas en otro país y que no habías podido regresar. Pero ahora estás aquí y soy muy feliz de que seas mi madre. ―la abrazo con fuerza ― Y ahora, también tengo una hermana. Juliette parpadeo para controlar sus lágrimas, sin duda Dios la había premiado con sus hijos. ―¿No es hora de que vayas a la cama
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CAPITULO 42
CAPÍTULO 42 Pero antes de que Malcom atestara el primer golpe, el dolor en su pierna lo hizo detenerse, miro hacia abajo y vio a que era Dylan quien lo mordió. Juliette corrió a toda prisa y lo aparto en un abrazo, mientras Margaret se acercaba a su hijo luciendo como una madre preocupada, sus ojos estaban rojos y miro a Connor y luego a Dylan con incredulidad. Juliette no pudo sostener por mucho tiempo a su hijo y este se escapó para volver a morder a Malcom con saña. Este se agarró la pierna y lo aparto con fuerza antes de escupir. ―¡Pequeño bastardo! Dylan cayó al suelo y Juliette se apresuró a levantarlo en sus brazos. ―¡Animal! ¡¿Qué clase de persona eres?! ¿Cómo puedes empujar a aún niño de esa manera? El pequeño comenzó a llorar mientras se sostenía la mano con fuerza. ―¡Me duele mami! Juliette respiraba agitada, en ese momento deseaba poder arreglar cuentas con Malcom, sin embargo, su hijo era más importante, así que lo llevo al sofá. ―Tranquilo, cielo. Déjame ver ―di
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CAPITULO 43
CAPÍTULO 43 El beso fue interrumpido cuando tocaron la puerta, sin esperar la orden, el asistente de Connor asomo la cabeza. ―Señor, su abuelo lo está buscando. ―Está bien ―Connor, asintió y luego miro a Juliette. ―Espera aquí, iré a resolver un asunto. Cuida de Dylan. Ella estuvo de acuerdo y vio a Connor irse. Los pasillos de la mansión son amplios, Connor enfrento nuevamente a su tía que estaba despidiendo al médico en este momento. ―Tía ―la saludo, con evidente sarcasmo, y quiso pasar a su lado. Sin embargo, Margaret lo detuvo. ―No será tan simple la próxima vez, sobrino. Él no estaba nada sorprendido por los cambios que operaban en ella. ―Estoy aquí en cualquier momento ―dijo y sonrió ―Ahora, si me disculpas, el abuelo todavía me está esperando. Antes de entrar, Connor escucho a Malcom quejarse y pedirle al abuelo que lo defendiera. ―Me golpeo como un salvaje, abuelo. ¿No dirás nada? ¡Yo también soy tu nieto! ―Ya deja de quejarte, pareces un marica. ¿Por qué Connor t
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CAPITULO 44
CAPÍTULO 44 La expresión del abuelo ya no era tan relajada como antes. Eligio la persona equivocada una vez, y ahora no puede permitirle cometer el mismo error. ―Sí, voy a casarme con Juliette. Connor decidió hacer todo lo que debía hacerse, al final sin importar lo que tuviera que enfrentar, no iba a dejarla una segunda vez. ―Juliette es una buena mujer, tú mismo lo has visto. Él valoraba mucho la aprobación del abuelo, pero no le importaba si estaba de acuerdo con él, en esto. ―A decir verdad, no tengo nada malo que decir de esa chica. Pero si planeas convertirla en miembro de nuestra familia, necesito investigarla. El mayor de los Rotchild es cauteloso y trata a las personas de acuerdo con sus acciones. Miro seriamente a su nieto y dijo. ―Si Juliette es buena, entonces no te detendré, pero si veo algo que no me guste, entonces nunca la aceptaré en esta familia. Connor estaba pensativo, decidiendo si decir lo que estaba en la punta de su lengua. ―Abuelo, no quiero casarme c
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CAPITULO 45
CAPÍTULO 45 En la oficina, el asistente cerro la puerta asegurándola. ―Todo está listo, puede comenzar cuando quiera. El hombre que manipulaba una computadora fue reclutado por Connor para el departamento de tecnología de la compañía. Él recogió los auriculares y se los coloco para escuchar la conversación. La voz de Margaret salió claramente y la suave y gentil voz femenina ahora se había convertido en un fuerte rugido. ―¡¿Ya tienes a la persona que necesitamos?! Margaret estaba cansada, las desgracias le llegaban una tras otra. En el estudio de la vieja casa, se encontraba Ricardo y su hija, Patricia, quien ahora no era tan altiva como de costumbre, en el fondo le temía a Margaret y ella sabía que había cometido un error con su comportamiento. ―Tía… ―¡Cállate! Tú menos que nadie me hables ahora, ¿tienes idea de lo que hiciste? Con tu estupidez, lo único que lograste es que Connor acelerara su boda con esa mujer. ¡Mira! ― le lanzo el periódico ―Se casan en una semana. ¡Mald
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CAPITULO 46
CAPÍTULO 46 ―Señorita, el señor ha llegado ―dijo una de las empleadas de la mansión. El corazón de Juliette dio un vuelco durante unos segundos, respiro profundo y se preparó mentalmente. Después de su última conversación, pensó que no sería difícil sentirse cómoda con él y que este matrimonio no sería tan malo después de todo. ―Dile que bajaré pronto ―la chica asintió antes de irse. Después de terminar de prepararse, bajo las escaleras y Connor ya estaba allí, con una belleza que siempre lograba impresionar a Juliette. ―Hola, Juliette ―la saludo tan pronto la vio y camino hacia ella ayudándola a bajar. ―Hola, yo… umm… llamé a la niñera para que se ocupara de los niños. ―Está bien, pronto serás la dueña de esta casa, puedes tomar las decisiones que quieras ―le dijo en un claro tono seductor que logro que Juliette se pusiera nerviosa. ―Bueno, entonces vamos. El viaje en el auto transcurrió en silencio, excepto por las miradas ocasionales que ambos se daban. Juliette tuvo que
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CAPITULO 47
CAPÍTULO 47 Cuando llegaron al comedor, descubrieron que el viejo Rotchild no estaba solo, a su lado se encontraba su hija Margaret, quien les dio una sonrisa fingida a ambos. ―Hola, tía ―dijo Connor ligeramente. ―Sobrino ―sonrió para luego mirar a Juliette ―Veo que trajiste a tu novia contigo. ―Por supuesto ―respondió y rodeo la cintura de Juliette ―Es la invitada de honor del abuelo. Margaret sonrió, pero interiormente deseo poder desaparecerlos a ambos. Obviamente, sabía que su padre había invitado a Juliette a almorzar, y por eso, se quedó deliberadamente. El viejo los invito a sentarse y le ordeno a una de las empleadas que colocara sus platos. ―Llegas tarde ―dijo mirando a su nieto. ―Tardamos un poco con la elección del vestido, pero, afortunadamente, Juliette encontró el ideal. ¿No es así cariño? ―S… sí. Perdón, por el retraso, no volverá a suceder. ―¡oh no! No te disculpes ―dijo entre risas el abuelo ―Imagino que todas las novias son iguales, puedo comprender eso. Si
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CAPITULO 48
CAPÍTULO 48 Al día siguiente, Connor se quedó dormido por primera vez desde que asumió el cargo de la empresa, su asistente lo llamo varias veces y no le quedo más remedio que dejarle un mensaje al no obtener respuesta. Abrazados y profundamente dormidos, así fue como los dos pequeños traviesos los encontraron. Afortunadamente, se vistieron antes de dormirse. Dylan y Madison se miraron y con pequeñas sonrisas dulces, corrieron hacia la cama y subieron a sus cuerpos. ―¡Mami! ¡Despierta, despierta! ―exclamo la pequeña pelirroja. Dylan, que había cambiado su personalidad retraída y fría, hizo lo mismo. ―¡Papá, despierta! Tanto Connor como Juliette abrieron los ojos y se encontraron con los pequeños intrusos. ―¡¿Qué esto?! ―fingió estar sorprendida ―¡¿Monstruos en la cama?! Dylan y Madison buscaron su lugar en medio de ellos y los abrazaron, no tenían edad para entender completamente a los adultos, pero suponían que ahora vivirían como una familia. ―¿Qué quieren de desayunar? ―pre
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CAPITULO 49
CAPÍTULO 49 MANSIÓN VIEJA. Margaret tocó la puerta del estudio de su padre con prisa. Dentro se encontraba el abuelo con Connor jugando una partida de ajedrez, sin embargo, tuvieron que parar por la interrupción. ―Adelante. Margaret entró y cerró la puerta detrás de ella. ―Papá, supongo que Connor lo olvido, pero los resultados de la prueba de paternidad llegaron. Los ojos de Connor se dispararon hacia Margaret, la prueba de paternidad en su mano probablemente era falsa, pero si lo hiciera obvio, la dejaría en evidencia. No era mejor dejarla jugar su carta. ―Bien, entonces ábrela cuanto antes. ―el anciano ordeno a su hija. ―Esa niña tiene que ser mi nieta, es una Rotchild a toda regla. Connor guardó silencio, observando detalladamente cada movimiento bien calculado de su tía. Margaret le dio una sonrisa a su sobrino y abrió el sobre, leyó el contenido y su expresión se volvió agraviada. ―Papá, la prueba de paternidad dice que… que la niña no es hija de Connor. ―hizo una pausa
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CAPITULO 50
CAPITULO 50 El día era perfecto para celebrar una boda y también para recibir buenas noticias. Connor terminaba de colocarse el ramillete, cuando llamaron a la puerta. ―Adelante. Su asistente, entro con un sobre en las manos. ―Aquí esta lo que pidió, señor. Connor abrió el sobre y alzo las cejas divertido, una sonrisa de victoria se formó en sus labios. ―Gracias, puedes tomarte el día libre si quieres. ―con esto, su estado de ánimo era mucho mejor. ―Gracias, señor. ―el asistente le dio un asentimiento de cabeza y salió. ………. En otra parte de la ciudad, alguien también llamaba a la puerta y Marco que estaba firmando unas ordenes, respondió. ―Pase. Una enfermera joven llego con un sobre en sus manos. ―Dejaron esto para ti. ―¿Para mí? ―Marco miro el sobre blanco con recelo. ―Si, lo dejaron en emergencias, dijeron que era urgente. ―¿Viste quien lo dejo? ―No ―negó la chica, dejo el sobre en el escritorio y camino hacia la puerta ―Debo irme, todavía hay mucho trabajo allá aba
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