Tras esa singular conversación Alina tomo una decisión importante y se lo hizo saber a todos, aunque algunos estuvieron en contra… otros estuvieron de acuerdo porque tenía lógica, aunque era una apuesta arriesgada, pero la castaña les recordó que ellos estaban haciendo eso mismo: una apuesta arriesgada para al fin matar al monstruo y volver a crear de cero a la familia.Por otra parte, e ignorantes de los que estaba pasando en esos momentos, Martin y Alfonso ya contaban las horas para poder recuperar lo que era suyo, aunque en esos momentos sufrían de sed, porque dudaban del agua que les daban los sirvientes y se negaban a tomar agua del grifo.- Esa imbécil… - se quejó de nuevo Alfonso al ver que solo habían recibido una triste barra de pan y una nueva jarra de agua fría.- Tranquilo padre, ella se arrepentirá – dijo Martin, quien mordía el trozo de pan, pero en eso miro con odio la jarra de agua, la cual seguía intacta porque ninguno se quiso arriesgar a terminar drogado o envenenad
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