Zaid, se aleja un poco de su madre y sigue llorando, sintiendo que es un sueño verla viva, y aunque sé veía bastante demacrada, lo que le importaba, era verla viva. Pensar que ella, seria parte de la familia que había tenido con su madre Charlotte. Sin embargo, Gabriela se sentía incómoda. Su cuerpo aceptaba al pequeño, pero, a la vez, lo rechazaba. Era extraño e incómodo, porque no sabía que era lo que sucedía en sí.— ¿Cómo pudiste escaparte de Gustav? — pregunta Curthwulf sorprendido.— Me trajo aquí y estaba tan entretenido en liderar un ejército, que me dejó sola después de golpearme. Normalmente, tardo una semana en moverme por ello, pero, al quedar sola, sabía que esta era la única oportunidad que podía tener. >> Casi inmóvil, escuché su plan de atacarlos en el p
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