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Todos los capítulos de El magnate, mi pecado: Capítulo 21 - Capítulo 30
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21: Una graduación antes de tiempo
— Muy bien, confiaré en ti.Madison se puso al día con el encargado de tecnología, empezó a diseñar un nuevo edificio con una estructura superior a la que tenían. Ahora tenian 2 opciones.— Creo que sería buena idea que tengamos nuevas ideas para ampliar la tecnología, si el antiguo arquitecto trabajo en conjunto con el encargado de está área muy probablemente le brinde información a la empresa enemiga. Tenemos que superarnos en todos los aspectos si es que se quiere tener éxito en este proyecto, espero que te encuentres de acuerdo conmigo porque sabes que es algo que puede pasar…Madison miró todo lo que traía la tecnología, se puso a analizar por largos minutos y miró a los dos hombres. Andrés se sorprendió ya que aparte de que esto era mejor le generaba menores gastos que los otros planes.— La sugerencia de mi esposa me parece brillante.— No lo niego señores King, sin embargo tiene que saber que eso es algo bastante difícil de hacer y estamos contra el tiempo.— Necesito a Nick
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22: Reproches injustificados
— Entiendo, espero no haber tocado un tema muy sensible para ustedes y no ser imprudente al querer saber el pasado de Andrés con su difunta esposa.— No, no era su esposa — la señora King se apresuró a contestar — ellos nunca se casaron, Nick nació fuera del matrimonio y eso hizo rabiar a Samuel como no tienes idea. Justo por eso es que él no quería retirarse de la empresa hasta que viera casado con una buena mujer a nuestro hijo.— No estás haciendo nada malo — Rose tomó de la mano a Madison — es solo que hay ciertos temas en la familia que son un completo tabú y en esta casa, Sarah es uno de ellos. Deja a los muertos en el cementerio y a los vivos aquí.Madison asintió y decidió abordar otros temas, ante los ojos de las mujeres de la familia King parecía ser una joven refinada y culta.— Creo que es hora de irnos, Andrés no debe tardar en llegar del trabajo y me gustaría recibirlo. Muchas gracias por la tarde tan amena que me han brindado, seguimos en contacto.Madison al llegar a l
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23: Una especie de ley del hielo
— No es ley del hielo, te hablo lo necesario. Ahora dime qué es lo que quieres, me gustaría cenar en paz con Nick de ser posible, gran señor King.— ¡Detesto esto!Andrés miró como Madison dió un respingo en su silla y fue ahí que miró que ella tenía los brazos con moretones del agarre del otro día; en ese momento logró calmarse y respiró profundamente.— Escucha, entiendo que hice mal y quiero que me perdones. Prometo que voy a controlar mi carácter, ¿Está bien?— No te creo nada de nada, si eso es todo lo que ibas a decir te puedes retirar.— ¡Por un demonio, mujer! — él la miró y ella arqueó una ceja.— Te fijas, no, no y no. Ahora vete y déjame en paz que quiero cenar, ¿Puedo hacerlo?— Si puedes, recuerda que mañana tenemos un compromiso; es la subasta que Rose comentó el otro día, si necesitas algo puedes decirme que cubriré cualquier gasto.— Ok, ahora déjame en paz que a este paso me van a dar agruras por tu culpa.Madison miró como Andrés regresó sobre los mismos pasos y llev
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24: Una joya con gran significado
— Espera, creo que en las cosas que he comprado el día de hoy incluí una motosierra y en caso de que la tenga voy a usarla sin el más mínimo remordimiento. Ahora dime, qué estabas haciendo con esa señora, hablaron largo rato y bien podría armar un escándalo aquí mismo; sin embargo soy civilizada, lo contrario a ti.— ¿Acaso huele a celos? No te preocupes mi vida que no pienso dejarte por la señora Clarkson, ¿Cómo cambiar una mujer tan hermosa y joven como tú, por alguien que podría ser mi madre? Si hable con ella de ti y de lo que hiciste con las compras de hoy, así que deja de decir que compraste una motosierra porque sé todo lo que te esforzaste en ocultarme.— Al parecer la señora Clarkson es una mujer que no puede morderse la lengua y tiene que decir lo que otros hacen — Madison resopló enojada — en fin, creo que hablaré con ella seriamente.— No tienes que hacer nada, ella no tuvo malas intenciones al hacerlo. Además pensó que yo sabía todo.— Entonces ahora la defiendes, pero qu
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25: Fantasmas del pasado que regresan
Madison miró el rostro de sorpresa de su familia política, ella regresó su vista a la mujer que tenía al lado y por las reacciones de todo se dió cuenta de quién se trataba. — Hola cariño, lo siento por regresar tan tarde…Madison frunció el ceño inconscientemente, no sabía lo que iba a pasar, lo único que sabía era que su marido había dicho que amaba a esa mujer, dio unos pasos atrás y su espalda se choco con Andres.Dio vuelta y lo miró. Andrés tuvo la intención de caminar en esa dirección pero al ver su prometida y lo miró con un gran temor, sabia perfectamente lo que le preocupaba. Sabia que su prometida no quería perderlo en este momento que se encontraban bien nuevamente. — Nunca dudes de mi amor por ti — Andrés le dió un golpecito en la frente a Madison. Este gesto fue visto por Sarah, hizo un gesto de desagrado que no fue percibido por nadie más que por Nick; él se sentía un poco confundido ya que la mujer delante suyo era su madre y lo sabía por las fotos que su padre le
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26: Un vínculo especial
— Claro que he venido — él volvió a besar las manos de Madison y le habló dulcemente — ¿Por qué has pensado eso? Eres mi esposa y la madre de mis hijos, nunca te voy a dejar sola cuando me necesites e incluso cuando no lo hagas.— Pensé que te quedarías al lado de Sarah — ella lo abrazó y él la sentó en su regazo — siento que ella va a ser una nube negra en nuestro matrimonio, no te quiero perder Andrés y espero que tu corazón siempre me escoja a mí. El momento de esta mujer ya pasó, no es mi culpa que le pasará lo que sea que le pasó.— No te preocupes, tú estás por encima de Sarah. Ahora trata de calmarte que no te hace bien ni a ti, ni a nuestros hijos.— Me quiero ir de aquí, no me gustan los hospitales.Andrés la cargó y se fue con ella del hospital. Al llegar a la casa pasaron directo al cuarto y Nick los miró con un poco de preocupación.— Nick — Madison se sentó en la cama — ven aquí, puedes acostarte con nosotros si quieres. El niño no dudó en ponerse en medio de los que con
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27: Un cambio radical
— Si pensabas que te iba a dejar ir tan fácil, estás equivocado querido — ella sacó una inyección de su busto — ahora si que me vas a pertenecer para siempre y nadie va a poder hacer nada.Sarah inyectó a Andrés en el cuello, sus ojos mostraban un vacío muy grande y se dejó acariciar por la mujer a pesar que no quería hacerlo.— Escucha muy bien, Andy. Tú no amas a Madison, cualquier buen recuerdo que tengas con ella va a ser eliminado, la aborrecerás por completo y solo me amarás a mí; me vas a complacer en todo lo que te pida y no habrán excepciones, soy el amor de tu vida y la madre de tu hijo.— Te amo a ti, Sarah, a Madison la aborrezco — él habló de forma mecánica — eres la única mujer que quiero en mi vida.— Eso, eres un buen chico. Ahora quiero que te recuperes y vayas a casa, mañana ven a verme sin darle explicaciones a Madison, trata de que la prensa nos miré, eso sí.[...]Andrés se fue con Kathleen que pudo percibir que algo iba mal con su jefe, sus ojos mostraban un vací
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28: Mandatos crueles
— ¿En qué momento no las he cumplido? Traje a Madison a vivir a está mansión, le di lujos que nunca antes había tenido y solo soñaba, salvé a su familia de la quiebra e incluso la casa de su padre la puse a su nombre…Andrés en ese momento se miró confuso, sacudió su cabeza intentando recordar en qué momento había hecho tal cosa y solamente sintió desprecio hacia Madison.— Sabes bien que no me refiero a eso, deja a Sarah en este momento y se un marido ejemplar, no quiero saber que te andas revoloteando por todos lados con esa mujer en vez de hacerlo con Madison, tu esposa y la madre de tus hijos no nacidos.— No tienes el poder sobre mí para hacer eso, ¿Con qué me vas a amenazar? Te recuerdo que firmaste los documentos para que yo me hiciera cargo de los negocios, no pienso dejar ir a Sarah, una vez la creí muerta y ahora que ha regresado a mí no voy a soltar su mano así se oponga tú o el mundo entero.Andrés dejó a sus padres con la palabra en la boca y miró que Madison había escuch
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29: Una intriga malvada
Andrés al llegar al hotel ya sabía lo del incidente en las redes sociales con esta mujer, iba a subir pero fue detenido por el gerente de este sitio que se miraba un poco más nervioso dadas las circunstancias, él trató de reunir todo el valor necesario para hablar con el temido Andrés King.— Señor King, lamento informarle que la señorita Sarah no es bienvenida en este hotel. Le pienso reembolsar el dinero que pagó por su semana y espero que me sepa disculpar.— Deme el motivo por el cuál está tomando tal decisión, hasta donde tengo entendido Sarah no ha hecho nada malo para ser expulsada.— Usted sabe muy bien los motivos señor King, en estos momentos circulan ciertos rumores de que la señorita Sarah y su persona tienen una relación que va más allá de la de amistad; por lo tanto podrá comprender que no podemos correr con el riesgo de vernos envueltos en un escándalo de tal magnitud, dependemos mucho de las redes sociales y ya sabemos que ellas pueden acabar con cualquier negocio.An
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30: Loca por el dolor
— Tienes razón — él miró al doctor — firmaré los papeles y le voy a pedir que cuide de mi esposa, ella se encuentra embarazada y no puede pasarle nada.— Tiene razón, ya después de que nazcan los bebés no es tan necesario que seamos tan cuidadosos. — ¿De qué hablas? Yo no puedo permitir que Madison padezca en el sanatorio, ya sea que esté embarazada o no, es mi esposa aunque no te guste. — No me refería a eso Andy, es solo que ella no puede recibir el tratamiento adecuado para su estado de salud mental y por lo tanto no se va a recuperar tan rápido. Ya una vez que salga del embarazo si va a poder tomar cualquier medicina. — Oh, es cierto. Perdón cariño, es solo que mi cabeza no se encuentra muy bien en estos momentos. Andrés se fue a llenar los papeles necesarios y Sarah aprovechó ese momento para ir a ver a Madison, ella entró al cuarto entonces le sonrió con un cinismo enorme. — Así que finalmente te animas a mostrar tus verdaderos colores, vamos m*****a infeliz. Admite que no
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