Después de la ducha, miro mi armario, perdida en mis pensamientos."— ¡Está en la playa, en el jardín trasero!"_recordar.Indeciso, mi mente juega como una radio, reproduciendo lo que reveló mi seguridad.Camino hacia la ventana trasera, a la que rara vez iba y envuelto en una toalla, me quedo allí buscándolo en la arena.— ¡Eh! _ Lo estoy buscando. — ¿Donde está?No hay rastro de él, o tal ama de llaves.?— ¡Gracias a Dios que no puede verte desde la arena!Me doy vuelta, una pequeña llama de irritación encendiéndose dentro de mí.?— Me informaron de tu indisciplina, pero te confieso que no esperaba encontrarte así, en estas circunstancias."¿Ey?"— Lo siento... _ Me trago la risa, torciendo la boca que se me escapaba para preguntarle por
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