Samantha— Vamos una vez más desde el principio —me coloqué en medio de las chicas, mi mirada se cruzó con la de Theon a través del espejo, pero intenté ignorarlo.A diferencia de antes, decidí realizar aquella rutina con ellas, intentando en vano no mirar al padre de mi hijo mientras me movía. De alguna manera, deseaba demostrarle que era buena en algo.Tras aquella rutina y el cierre de la clase, solté a las chicas mientras intentaba recuperar el aliento, ya no era tan fácil hacer tanto ejercicio.— ¿Te encuentras bien? — Theon se acercó con preocupación.Su mirada hizo que mi corazón se enterneciera y, por un momento, deseé poder acurrucarme en sus brazos. — Sí, sólo estoy un poco cansada. Me vestiré y podremos irnos —alejé esos pensamientos.Fui al vestuario, me cambié y salí para encontrarme con mis dos visitantes, que habían vuelto a discutir en susurros.— Sam, le estaba diciendo a mi abuela que puedo ir contigo.— Y yo le decía que si hubiera querido que me llevaras de compra
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