Theon— ¿Theon? — Harper nos miraba estupefacta, alternando su mirada entre nosotros mientras yo analizaba mentalmente mi situación con Samantha.La solté y me acerqué a mi novia, dándole un pequeño beso en los labios.— Harper, no sabía que ibas a estar aquí —comenté, observándola con una sonrisa irónica.— No sabía que ibas a venir —respondió ella.Un ambiente incómodo cayó entre los tres, Samantha parecía a punto de inventar alguna excusa e irse, pero bueno, no estábamos haciendo nada malo, sólo era un pequeño error de comunicación.— Theon, ¿Sam? — mi hermana Lara apareció en la puerta — ¿Por qué estáis ahí parados? Pasa.Lara cogió a Sam de la mano y tiró de ella hacia el interior, dejándonos atrás a Harper y a mí. Mi novia observó a la madre de mi hijo antes de volverse hacia mí.— ¿Qué acaba de pasar?— He traído a Sam para que conozca a mi familia —aclaré, entrando en la casa y cerrando la puerta tras de mí—. Pensé...— ¿Que no estaría aquí? — levantó ambas cejas, cruzándose d
TheonHarper y yo caminábamos juntos por las calles de Aspen, era la semana de Halloween y la ciudad estaba inundada de decoraciones, desde las más divertidas hasta las que realmente pretendían dar miedo.— Mira el huerto de calabazas frente a la casa de los Dwayne —señaló Harper extasiada, rodeándome con el brazo y acercando su cuerpo al mío.La temperatura había bajado bastante en las últimas dos semanas, acercándose a los cero grados cada día, pronto tendríamos nieve en Aspen.— Vamos a tomarte un chocolate caliente —sugerí mientras me separaba de ella y la rodeaba con el brazo.Harper y yo habíamos conseguido encontrar un punto de equilibrio en nuestra relación, a pesar de toda la complejidad que rodeaba mi situación con Sam, habíamos superado aquellos problemas ocasionales que habían surgido al principio.— Me estás mimando, Theon —sonrió.Sí, tenía razón, había estado haciendo todo lo posible por complacerla estos últimos días, y creo que se merecía cada uno de esos caprichos.C
SamanthaCaminé entre las chicas observando si ejecutaban correctamente la coreografía que les había dado, ya se estaba haciendo un poco difícil seguirles el ritmo, así que me conformé con evaluarlas y corregirlas cuando era necesario.— Tenéis que estar sincronizadas —volví a parar la música—, sobre todo cuando levantáis las manos y empezáis a correr de nuevo.— Señorita Hurst, ¿no puede enseñárnoslo otra vez? — preguntó Melissa.— De acuerdo —suspiré antes de volver a poner a Michael Sembello.Me observaron atentamente mientras realizaba la coreografía con claridad para que entendieran lo que debían hacer. Una vez hube terminado, me sentí agotada y me contenté con sentarme un rato en el suelo para recuperar el aliento.— ¿Qué tal un descanso? — sugerí con una sonrisa irónica.— ¿El bebé la cansa, señorita Hurst? — preguntó Maggie, observándome.— Un poco —admití.Las chicas empezaron a cuchichear entre ellas poco después, lo que me hizo fruncir el ceño ante la situación.— Ve tú, fu
Samantha— Vamos una vez más desde el principio —me coloqué en medio de las chicas, mi mirada se cruzó con la de Theon a través del espejo, pero intenté ignorarlo.A diferencia de antes, decidí realizar aquella rutina con ellas, intentando en vano no mirar al padre de mi hijo mientras me movía. De alguna manera, deseaba demostrarle que era buena en algo.Tras aquella rutina y el cierre de la clase, solté a las chicas mientras intentaba recuperar el aliento, ya no era tan fácil hacer tanto ejercicio.— ¿Te encuentras bien? — Theon se acercó con preocupación.Su mirada hizo que mi corazón se enterneciera y, por un momento, deseé poder acurrucarme en sus brazos. — Sí, sólo estoy un poco cansada. Me vestiré y podremos irnos —alejé esos pensamientos.Fui al vestuario, me cambié y salí para encontrarme con mis dos visitantes, que habían vuelto a discutir en susurros.— Sam, le estaba diciendo a mi abuela que puedo ir contigo.— Y yo le decía que si hubiera querido que me llevaras de compra
Samantha— ¿Vas a quedarte mirando el teléfono como una bestia? — Delphine se materializó a mi lado sobresaltándome. — Era mi madre, hace tiempo que no hablo con ellas —le expliqué, intentando prestarle atención.Llevaba dos bolsas en la mano, ¿en el poco tiempo que pasé hablando con mi madre consiguió comprar lo que quería?— ¿Cómo reaccionaron al enterarse de que te habías quedado embarazada de un completo desconocido? — empezó a caminar hacia la salida.— Todavía no se me ha presentado la oportunidad de contarlo", di mi respuesta estándar, que ya empezaba a ser ridícula. — ¿De verdad? — levantó una ceja, haciéndome recordar a Theon.— Estas no son noticias que se dan por teléfono, y viajar hasta ellos en mi estado actual tampoco es sencillo —murmuré, caminando a su lado calle abajo. — ¿Y dónde viven? — preguntó ella.— En Texas. Pero también les encanta visitar a mis abuelos en México. — ¿Son mexicanos? — No, mi abuela sí. Mi madre nació en Texas y allí conoció a mi padre. —
Samantha— Acabo de decir que estaba cansada —negué—, ¡sólo intentaba llegar a casa!La mujer me observó durante un rato antes de encogerse de hombros.— Aun así, te vendrá bien comer algo. Mamá acaba de terminar de hornear daktylas, estaba a punto de volver al restaurante.— No quiero estorbar —enmendé.Para ser sincera, hablar con Callie seguía siendo raro. Incluso después de haber arreglado las cosas con ella, nuestra relación no era tan natural como la que tenía con Lara. Miré a mi alrededor en busca de la mujer y su hija, pero el silencio en la casa indicaba que no estaba allí. Iris nos interrumpió cuando vino de la cocina con un plato con varias rebanadas de pan y unos tarros con yogur, aceite de oliva, aceitunas y queso. Recordé el sabor del pan y sentí que la boca se me salivaba de inmediato. No estará de más quedarse a comer algo.— Vamos Samantha, tienes que dar de comer al pequeño Adamos que se está formando — sonrió colocando la bandeja sobre una mesa redonda que había ce
Samantha Miré a Pancake royendo un zapato en un rincón del dormitorio mientras terminaba de arreglarme. Había quedado con Mike dentro de una hora y cada vez me sentía más ansiosa. — ¿Crees que me estoy precipitando? — le pregunté al sabueso, llamando su atención—. Debería enfadarme contigo por estropear otro de mis zapatos, pero ahora ni siquiera puedo pensar en ello, ¿debería cancelarlo? Movió las orejas, volviendo a centrarse en mi zapato, y suspiré audiblemente, dejando a un lado el cepillo y cogiendo el móvil. Esto era una locura. No podía salir con él. ¿Cómo iba a explicarle que tenía un bebé creciendo dentro de mí? Estaba a punto de llamarlo e inventarme alguna excusa, cuando recordé la escena en casa de los Adamos. Lo que sentía al ver a Theon con Harper no estaba bien. Tenía que superarlo de una forma u otra. En lugar de llamar a Mike, probé con Charlie. Contestó a la videollamada al segundo timbrazo, vestida con un traje corto de policía de cuero, en su camerino antes de
SamanthaCon este pensamiento terminé de arreglarme y me dirigí a la dirección del restaurante donde habíamos reservado. Cuando llegué encontré a Mike sentado en una de las mesas esperándome, se levantó en cuanto me acerqué a él, me acercó la silla para que me sentara antes de volver a su asiento.— Siento llegar tarde —le pregunté, observando al hombre que tenía delante.— Después de ver el resultado, puedo asegurarte que ha merecido la pena —me guiñó un ojo.No pude evitar sonreír ante aquel comentario, puede que no fuera Theon, pero que te hicieran un cumplido así siempre era agradable.— No seas tonto. Pero gracias por el cumplido.— Hay muchos más de donde vino ese —le aseguró—. He pedido una botella de vino tinto, espero que te guste.Por un momento me quedé mirándole estupefacta, sin saber cómo reaccionar ante aquella información mientras me servía un vaso del oscuro líquido. Esperaba tener al menos hasta el final de la cena antes de tener que soltarle la bomba de mi embarazo.