DAVID—¿No irás tras ella?—Cierro los puños y cuento hasta diez, no puedo atacar a una mujer, aunque sea un ser humano.METROy lo guardo todavía en el mismo lugar, glaseado nel ascensor, diciéndome a mí mismo que vaya tras la chica que tiene mi mente y le seque cada lágrima.Pero no puedo. No cuando soy la causa principal de tu dolor.— Es patético, la forma en que la miras. — Kaciana hace una pausa y siento su cuerpo acercarse al mío. Me tenso, manteniendo mis manos abajo. —Sabes, el padre de Nelly era el único hombre que realmente amaba y cuidaba, su muerte fue como mi muerte también, pasé mucho tiempo tratando de vivir como si nada hubiera cambiado, pero cuando amas a alguienla forma en que lo amaba, no podía seguir adelante sin barreras.Jesús.Suelto aire por la nariz.Esta mujer me está probando.¿Dónde quiere ir ella?—Sal de mi oficina. —Gruño, dándome la vuelta para mirarla de frente. Sus ojos se estrechan en una mirada aguda e indiferente, me está desafiando. Aprieto la mandí
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