Víctor llego a la oficina de un excelente humor, algo que notaron todos los trabajadores, pero nadie se atrevió a preguntarle por la razón o podrían perder su empleo por curioso o por hacerlo enojar al preguntarle… algo que solo llevaría al mismo resultado de arruinarle su humor y nadie quería un jefe molesto, porque cuando eso pasaba los cargaba con más trabajo.- Jefe buenos días – le saludó su nuevo asistente, cuando estaba llegando a su oficina.- Hm… buenos días Jorge – le contestó pasando a su lado - apresúrate a traerme los pendientes de hoy y diles a todos los jefes de departamento que se muevan, porque si no me traen sus pendientes antes de las 12 no les recibiré nada y deben atenerse a las consecuencias de que vea esos papeles mañana.- Claro, ya mismo les informo.- Jorge, también has una reservación en mi restaurante favorito para la hora de la comida.- ¿Mesa para uno?- No, mesa para 4.- ¿4?- Si iré a comer con mi familia, diles que somos dos adultos y dos menores – me
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