46Viviano y yo lo hicimos por todos lados, en todas las posiciones, de hecho aprendí una que otra cosa, definitivamente este hombre era demasiado se*ual.Y yo... estaba cansada, nunca pensé que la experiencia le ganará a la juventud, y ahora estaba pagando el precio.Yo estaba tirada en la cama de espaldas, descansando, teníamos varios días haciéndolo como conejos, no es queja, pero hacerlo tantas veces en la barra de la cocina me estaba pasando factura.— ¿Quieres que te cocine algo? — Me preguntó Viviano mientras besaba mi espalda.— Quiero comer algo dulce — Le pedí.— Ok, te preparare algo, ahora ve a darte un baño — Me dijo.Sentí la cama moverse y el peso en ella se fue, yo me senté en la cama y puse mala cara, me dolía el trasero, esa barra era demasiado dura para tener se*o.Me levanté o más bien me arrastre de por la cama para salir de ella y fui al baño, me di una ducha larga y me puse la camisa de Viviano, por qué él no trajo nada de ropa para ninguno.Fui a la cocina y lo
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