—Lo he escuchado...—Les deseo felicidad a los dos...Carmen estaba al borde del colapso, pero se contuvo las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. A fin de cuentas, ella era la líder de las Cuatro Bellezas de Ciudad Baja y también la señorita de la familia López. Tenía su propio orgullo y dignidad.Con su orgullo, incluso si perdía frente a Lucía, no podía mostrar su vulnerabilidad delante de ella. En cuanto a Christian, los asuntos del corazón no se pueden forzar. Ahora que Christian estaba con Lucía, aparte de renunciar, no tenía otra opción.Como Lucía había mencionado, ser la tercera persona en una relación era algo muy inmoral. Con su estatus y orgullo, definitivamente no podía convertirse en una intrusa que arruinara el amor de otros. De lo contrario, ella y la familia López se convertirían en el hazmerreír de toda Ciudad Baja.Después de eso, soportando el dolor en su corazón, Carmen se dio la vuelta y se alejó sin mirar atrás. En el momento en que salió de la oficina,
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