Al día siguiente, después de despertarse, todos comenzaron a empacar sus cosas.Rozana estaba de muy buen humor. Dobló las sábanas que Noa le había regalado y las guardó cuidadosamente. Cuando Noa se despertó, le sonrió y dijo: —Si en el futuro participo en otros programas, definitivamente llevaré este juego de sábanas. Y también lo usaré en casa.Al escuchar esto, Noa se rio y dijo divertida: —No es necesario, es solo un juego de sábanas común.—¡No! ¡Esto es amistad!Rozana lo colocó con cuidado en su maleta.Finalmente, intercambiaron sus contactos y, una vez que terminaron de empacar, salieron juntas.Hoy era el último día del programa. No tenían que hacer ninguna tarea, solo comer y charlar.La comida fue preparada por los dueños de la mansión y los demás ayudaron.Cuando Noa bajó, los dueños de la mansión ya estaban preparando los ingredientes.Los demás todavía no se habían levantado, así que Noa se acercó a ayudar.Monica estaba lavando vegetales cuando de repente vio una figu
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