El cuerpo de Lucien era perfecto, su uno ochenta y tres imponía, el abdomen, brazos y piernas marcadas lo hacía tan irresistible a las mujeres, y su rostro apuesto adornado con esos verdes ojos oscuros, lo hacía parecer un dios griego andante sobre la tierra— Mamá, no te enojas con papá, nos bañamos juntos y él no tiene ropa, debemos comprarle mucha ropa mañana, mientras tanto le prestaremos una de tus pijamas, espérame aquí, papá — el niño corrió a la habitación de su mamá, para buscarle algo a su padreEn la sala de estar, Angelina sentía las mejillas calientes, volver a ver semidesnudo a si ex marido después de tanto tiempo, era por decir lo menos impactante, Lucien Black, siempre tuvo el poder de nublarle los sentidos, ella estaba tan enamorada de cada parte de su atractivo cuerpo Jan Pierre y Philips, también se quedaron sorprendidos de ver qué Lucien, se encontraba vestido solamente con una pequeña toalla atada a su cintura— Nos estamos poniendo cómodos aquí, ¿cierto? — el as
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