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Todos los capítulos de La hija de mi enemigo: Capítulo 71 - Capítulo 75
75 chapters
ESCENAS ADICIONALES 9
CÉSARMe acuesto en mi cama con la imagen de Aurora en mi cabeza, su mirada felina y obstinada robándome el aliento hasta que finalmente me duermo y me despierto varias veces durante la noche.Cuando llego a la oficina, mis ojos están pesados ​​y cansados.con falta de descanso adecuado, pero cuando Dafine divaga sobre mis pacientes y revela que Cassie mejoró de la noche a la mañana, correOa la habitación de la niña y pasa el sueño.Amo mi trabajo.¡Me encanta!

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ESCENAS ADICIONALES 10
AURORANo podía quedarme en la habitación mientras revivían a mi hijo.Estoy acostado en una cama como la de Artur, pero en una habitación separada y con dos enfermeras que tienen que sujetarme las piernas y los brazos para que una tercera me medique. Me duele la garganta, pero eso no me impide gritar el nombre de mi hijo, a pesar de que mi cuerpo se está poniendo pesado y ya no puedo mantener los ojos abiertos.Leer más
ESCENAS ADICIONALES 11
AURORA   —Está bien, solo lo dejé durmiendo en su habitación para traerle noticias y decirle que ya puede visitarlo.   Tu declaración me irrita, primero, porque estamos hablando de mi hijo y elel único que debería haberlo acompañado a todos los exámenes era yo y no él, pero estaba teniendo un brote, así que me tuvieron que sedar y ahora estoy frustrado y ansioso.   —
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ESCENAS ADICIONALES 12
CÉSAR Siempre pierdo la noción del tiempo cuando estoy con ella, pero esta vez es diferente. Estoy dispuesta a hacer de este momento algo único y especial.—Mírame, Aurora. —pregunto, con cuidado de no asustarla mientras trato de llevarla a mi regazo.— César...

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ESCENAS ADICIONALES FIN
AURORAMis pies son como piedras mientras subo las escaleras.—¿Como estas mi corazon? Levanto una ceja hacia él, deteniéndome en el último escalón.—Venir. Entrelacé mis dedos con los suyos, empujándolo hacia mi habitación. —No hagas ruido. —Señalo la puerta de la habitación de Arthur y hago si.norteDespués de un silencio con el dedo, despaché a la niñera hace quince minutos cuando decidí que hoy daría ese paso con César. Ella no ha dicho una palabra sobre mi cita, no es que tengamos ese tipo de intimidad, pero es mi vecina y todos aquí conocen mis antecedentes.—El marido era un psicópata——Su hermana se casó con su ex cuñado——Su padre está en la cárcel—Eran las líneas más agradables que he escuchado de cualquiera de ellos.—Oh querido. Estoy en silencio como el viento. César me susurra al oído y mis ojos se posan en sus pies descalzos. Los dos nos quitamos los zapatos abajo para evitar hacer ruido.Yo sonrío.—Bueno, no lo estoy. Sus ojos brillan con picardía cuando abro la puerta
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