Lucía quedó atónita de repente.Ahora, al escuchar la voz de Elián, todas las células de su cuerpo se ajustan automáticamente al estado de combate, sus ojos alerta lo miran fijamente.Elián se acercó y al ver su apariencia, no pudo evitar reír suavemente. Luego, su mirada se dirigió hacia Ann que estaba al lado y dijo:—Puedes irte a casa, deja a Lucía aquí.Ann sólo pudo irse, mientras caminaba, se volvía constantemente para mirarla con preocupación.Estaba bien sabido que Elián tenía malas intenciones hacia Lucía.¿No habría alguna conspiración si la dejamos sola?Ann caminó hacia la puerta de la compañía y se detuvo.En el último viaje de negocios juntos, según la costumbre de la empresa, los empleados debían informar a la empresa y a su compañero de viaje un contacto de emergencia en caso de necesidad. Recordó que Lucía informó a su esposo, Jorge...Desde su lista de contactos en el teléfono móvil, Ann buscó el número de teléfono de Jorge. Después de dudar un momento, decidió enviar
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