CAPÍTULO 36. CONSTERNADA.
CAPÍTULO 36. CONSTERNADA. Adara no pudo responder a la propuesta de Abner, solo lo observó sin pronunciar palabras, se tomó el té en silencio ignorando su presencia y al terminar de beberlo solo pudo pronunciarle una frase - ha sido una buena charla. Tomó sus llaves y salió de la habitación, obligando al hombre a retroceder, Adara caminó directo hacia el elevador, pero fue detenida cuando Abner la tomó de la mano impidiéndole avanzar más, se acercó lentamente hacia ella obligándola a retroceder, quedando su espalda contra la pared. Abner colocó las manos a los lados de su cara, teniendo a Adara presa, mirándola profundamente a sus hermosos ojos azules. - No hay motivos para que desconfíes de mí, si aún no te acostumbras del todo a mí, no te preocupes, nos queda el resto de la vida para que lo hagas. Adara solo podía observar los hermosos ojos del hombre, no había nada en su mente, ni miedo, ni tristeza, ni temor, o ansiedad, y eso era lo que en ocasiones podía perturbarla, n
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