—¿Quieres que vaya vestida así? —Preguntó ella, rodeándolo con sus brazos y apoyando su barbilla en su pecho, mirándolo con esos hermosos ojos de cierva que serían su muerte.—Quiero que te vistas así sólo para mí. Pero no te voy a poner ninguna restricción. Mi chica puede usar lo que quiera. Yo mismo me ocuparé de esos cabrones —dijo sombríamente, mirándola con esa mirada hambrienta.—Lo estoy usando sólo para ti —dijo, y sus ojos parpadearon con tonos cobrizos. A ella le encantaba cómo él la llamaba "mi chica".—Te ves impresionante —dijo, besando su frente.Ángela se puso de puntillas, le rodeó el cuello con los brazos, lo empujó hacia abajo y capturó sus labios con los de ella.El beso repentino lo tomó por sorpresa, pero Luca respondió rápidamente al beso, sus brazos alrededor de su cintura la acercaron a su pecho mientras la besaba tiernamente, pero pronto se convirtió en uno salvaje mientras la devoraba minuciosamente.Luca la sentó en el tocador, se paró entre sus piernas y la
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