Presente...Ángela se despertó con fuertes golpes en la cabeza. Ella gimió y se tumbó en la cama, tratando de recordar la noche anterior. Su cabeza se sentía terriblemente pesada.Rara vez bebía, pero anoche quería sentirse libre y disfrutar. Por eso bebía. Se preguntó quién la dejó en casa. Probablemente Maeve y Milo.Se acurrucó más en la almohada sintiendo su cuerpo relajarse.Parpadeando, miró el reloj y gimió molesta. Tenía clases por la tarde.Se sentó aturdida en la cama y miró fijamente a la nada, un poco aturdida. Le palpitaba mucho la cabeza, odiaba ese dolor, pero aun así le gustaba beber de vez en cuando.Ángela se quedó mirando su ropa. —Jesús, ¿cómo pude dormir con esto? —murmuró para sí misma, mirando el vestido.Poniéndose de pie, hizo una mueca debido al dolor de cabeza. Ángela se quitó el vestido y colocó su ropa sobre la cama. Ella estaba deambulando por su habitación desnuda.Se sirvió un poco de agua, la bebió y agarró su teléfono que estaba muerto, lo puso a carga
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