Nos fuimos directos a sala de ventas, donde también estaba Irina que ingresaba un poco antes y Engel, viendo directamente a Corina, quien se percibía furiosa. Estos nos observaron nada más entrar, ocupamos rápidamente unas sillas y volteamos en varias direcciones, nadie quería aceptar lo que ocurría, unos minutos más tardes llego Sonia, sus cuencas se percibían con lágrimas grandes que intento disimular con un poco de maquillaje, solo que era imposible conseguirlo.Hizo falta otros treinta minutos para que llegaran el trio de muchachos, estaban bien arreglados con su uniforme impecable, como si nada hubiese ocurrido, eso sí, solo basto con percibir el aura densa de la habitación como para notar que de nada les serviría su recién adoptada mascara. Ni bien se dispusieron a sentarse a trabajar la supervisora se puso de pie.—Bueno muchachos, subamos, Olesia nos espera —Declaró con pesadez, caminando hacia la puerta.La acompañamos en silencio, ese momento en el que te das cuenta de que t
Leer más