Desde ese día , el empresario que estaba acostumbrado a levantarse temprano, iba a la cocina y se servía el cereal el mismo, ya esperaba a Isabella, para desayunar, estaba bastante claro cuál había sido su elección, y está era que su esposa no le prepararse el desayuno— Los días pasaron, Valentino e Isabella, comenzaron a hacer cosas juntos, salían al jardín a pasear a Teodoro, el perrito salchicha de estaba adaptando a la pareja muy rápido, si Romeo lo viera como le movía la cola feliz a Isabella, seguro se ponía celosoEl empresario ya estaba tolerando más la presencia del salchicha, y es que en realidad Teodoro, era muy simpático, muy cariñoso y obediente, de niño él siempre había querido tener un perrito, pero su padre no se lo permitió, dijo que debía concentrarse en sus estudios y que un cachorro le quitaría tiempo— Para el octavo día que pasó, Teodoro, ya de paseaba por todas partes en las piernas de Valentino, se habían vuelto casi amigos, solo que el empresario seguía tenien
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